martes, diciembre 25, 2007

viva el telepi

Ya lo he conseguido. He superado la Navidad, como quien se hace un ocho mil, ¡qué esfuerzo!. Pues bien, logramos cenar sin tirarnos los platos entre nosotros, y hasta nos tomamos un café con el turrón; y esta mañana, día de Navidad, también lo hemos logrado, casi no hemos discutido (bueno, la permisividad 0 todavía no la hemos logrado), no hemos comido de restos, y hasta nos hemos reido. Vamos, un avance emocional importante. Nos debemos de estar haciendo viejos.

Lo que ya no hacemos hace años es cantar villancicos, ni siquiera poner un CD. Nada de nada, el sonido de la televisión como mucho al fondo. Las lucecitas de Navidad en el árbol y un Niño Jesús en su cunita, que debe de etar muerto de frio porque no tiene ni trajecito, ni mantita ni nada, pero no parece que le importe. Todos los años -desde que nos lo regaló Toño, que a su vez se lo había regalado su madrina cuando nació- lo dejo ahí, y la verdad es que no ha dado el menor síntoma de haberse acatarrado, cuestión ésta que nos está trayendo de calle a nosotros estas semanas: todos, menos alguna, nos hemos puesto malos, pero lo vamos superando.

En definitiva, que ahora vamos a por la segunda parte que es la Nochevieja y Año Nuevo, vamos a por el segundo ocho mil. Veremos como sale. Habrá que pensar en el menu, en eso de qué compro, qué hago, qué les pongo, ...¿le gustará al susodicho?.
Hace dos o tres nocheviejas me puse mala pero que muy mala, de modo que me metieron en un hospital durante seis días. Tengo que reconocer que fue una de las mejores nocheviejas de mi vida: no tuve que preocuparme de la cena, pues no me la dieron porque estaba a dieta; al dia siguiente no estuve empachada y no comí de restos; no me preocupé de si iba a casa de tal o de cual a tomar una copa porque en los hospitales no hay copas, vamos, que una delicia. Te metes en la camita, te enchufan un suero, y que los demás sufran por esa imperiosa necesidad que alguien se ha inventado de que ese día hay que comer mucho, beber más y sobre todo, no dormir en toda la noche y pasar un frio de espanto.

En casa cenaron unas pizzas, lo cual tampoco está mal, ya que es eso lo que está bueno y no lo que pongo yo que es comida "de verdad". Si ya me lo dicen de vez en cuando: "viva el telepi".

martes, noviembre 20, 2007

La injusticia, siempre mala, es horrible ejercida contra un desdichado









Yo me he venido dedicando durante unos cuantos añitos al ejercicio de la abogacía, del derecho. No puedo decir que soy una jurista porque ese es un título muy importante al cual no llego aunque me suba a una escalera; más bien soy una jurídica, del mismo modo que soy bancaria, he trabajado en un banco, y no soy banquera, ¡qué mas quisiera yo!.

El caso es que acabo de leer una frase de Concepción Arenal, a la cual he plagiado su nombre para firmar por estas tierras; teniendo en cuenta como era esta mujer, creo que me autorizaría a utilizar su apellido -me llamo de verdad como ella-. Bueno, tengo que volver la frase: La injusticia, siempre mala, es horrible ejercida contra un desdichado.

Me ha dejado de una pieza; muchas veces he pensado y reflexionado sobre el tema de la justicia, pero muy especialmente sobre el tema de la injusticia. Esto es lo que hizo que no me presentase nunca a las oposiciones a la Judicatura: ¿Y si me equivocaba y cometía una injusticia? ¿Y si con las prisas no estudiaba debidamente la documentación? ¿Y si no comprendía el delito? ¿y si no me gustaba el delincuente y me dejaba llevar?, o simplemente, el demandante?.

Creo que es tremenda la responsabilidad del juez. La justicia no es un valor teórico o abstracto. La justicia es el dia a dia de nuestra vida; constantemente estamos evaluando nuestras actuaciones, las de nuestros próximos, la de los gobernantes, todo en la vida. Utilizamos habitualmente la expresión "esto no es justo", para cualquier cosa, la subida del precio del pan, la manifestación del día, el debate político de la noche..... todo lo medimos con esa barra de medir que es la justicia, eso si, siempre es nuestra justicia, la nuestra personal.

Ese es el problema, que no todos vemos la misma situación de justicia en todos los casos. Y por supuesto, esto es aplicable a los jueces, que, ante las diferentes versiones que se le presentan en el tribunal tiene que elegir aquella versión que para él es la más justa, la que más se acerca a la Ley. Y si no hay Ley aplicable, también tiene que sentenciar.

Así que la frase de Concepcion Arenal me ha dejado la conciencia llorando a moco tendido. Cierto, si la injusticia siempre es mala, ¡cómo ha de ser la que se pueda ejercer contra las personas desdichadas¡ las personas que han tenido la mala suerte de nacer en una chabola, en un poblado gitano.... y digo esto refiriéndome a España, porque nacer en cualquier lugar que no sea Europa o el norte de América, puede significar una buena dosis de desdicha por el mero hecho del lugar en que estaba tu madre pariendo. Tan sencillo como esto. Tu primera mirada al mundo ya te marca para siempre, y te convierte de modo automático en un ser desdichado.

Pasas hambre, frio, bichos que te pican, eternos catarros, suciedad, no vas a la escuela, ni al ambulatorio y, por supuesto, los Reyes Magos no saben donde vives. Tu padre no tiene trabajo, y si por casualidad gana algo de dinero, hay muchas posibilidades de que se lo beba. ¿Y tu madre? Siempre explotada, siempre trabajando, siempre machacando el mijo, acarreando el agua o bajando la cabeza ante tu padre que no la respeta, que la considera propiedad particular, como lo eres tú. Formas parte de los desdichados de la tierra.

Los que reciben los palos de la vida y los golpes de la Justicia, porque a tí no te ampara, porque la presunción de inocencia es de otros, porque no te puedes defender porque no sabes ni leer ni escribir y porque no tienes ni nombre. Eres gitano, o moro, o negro o lo que sea...... y es horrible la injusticia contra vosostros.

lunes, octubre 01, 2007

Pues a empezar tocan

Pues decíamos ayer -comienzo en honor de Fray Luis de Leon- que la vida va sola sin necesidad de que se le empuje. Me han contestado con unas frases maravillosas en las que me dicen que alguien me cogerá y me guiará. Lo dudo, de verdad y desde lo más profundo de mi alma lo dudo. Me falta esa cualidad que poseen algunas mujeres de que ofrecen la mano y alguien la toma. A mí no me ha ocurrido eso nunca y creo que nunca será.

Yo soy una currita de base y todo lo que he hecho ha sido a golpe de esfuerzos importantes. No soy tonta, sino más bien lo contrario, pero, para compensar, no soy ni guapa ni alta ni me rompo excesivamente la cabeza para vestirme. Así pues, no me han ofrecido jamas una mano, eso si me han ofrecido kilos y kilos de folios para trabajar. Esa ha sido siempre mi mano amiga, la del jefe que me da trabajo para un mes y lo tienes que hacer en tres días. Esa mano si que la he tenido, y la verdad, espero que no vuelva.

No sé si es que estoy deprimida porque no pude ir a la Noche en Blanco, y supongo que tampoco podrá ir a las actividades de la semana de Arquitectura. Quería ir al parque del capricho pero el teléfono de la fundación COAM no paraba de comunicar,´así que supongo que me quedaré otra vez de marujita pensando que pongo para comer y para cenar.
¿Os he dicho que odio pensar en la comida?. Si alguien me dijera esto es lo que hay y con eto tienes que hacer soufflé de ruibarbo, seguro que no me importaba, pero tener que pensarlo......

Tampoco lo he dicho nunca, pero no puedo con el Ibarreche, que yo escribo con ch de chulo, cada vez que lo veo me despierta lo más malo que hay en mi. Parece mentira que me pase, yo que presumo de ser tolerante, pero es que con esos me cuesta un montón pensar que también están en el juego. Porque a los que no quieen estar en el juego, ya a esos no me permito ni ser tolerante. Solo me apetece que también les den por el asssssssssssssssssss.

miércoles, septiembre 26, 2007

los gemelos



Estoy dando vueltas a la cabeza desde que he leido un libro, un tanto gótico, que se llama "El cuento numero trece", escrito por una señora inglesa que responde al nombre de Diane Setterfield. Parece que es un libro de esos que se venden muchos y que se leen de un tirón. Vamos, uno de los que mi amiga Carmen llama piscineros, para leer encima de la toalla.


Pero lo que me llama la atención es la historia de las protagonistas que son gemelas en todos los casos, la periodista, la escritora famosa, y mantienen unas tesis extrañas, al menos para mí, sobre la soledad en que queda la gemela que logra sobrevivir mientras que su gemelo fallece a edad temprana.


No sé, pero yo soy gemela y mi hermano murió cuando tenía el quince meses (y yo también los tenía, claro), y a mí no me parece que me haya quedado trauma alguno sobre esta cuestión, Simplemente él se murió y yo no; concretamente el niño guapo rubito y con ojos azules se fue y se quedó una bichilla morena y nada llamativa, que soy yo.

Alguna vez se le ha escapado a mis padres que yo le contagié la tosferina (¡yo¡), pero no me dicen quien me la contagió a mí. De todos modos yo no soy culpable de nada puesto que para entonces el niño tenía ya un soplo en el corazón y se murió de la mezcla de las dos cosas. Hoy en día no habría pasado, pero hace unos años, pues ocurrió.

¿Y como me quedé yo? Pues nada, tal cual, pidiendo de comer. Dice mi madre que me giraba hacia el sitio en que él estaba y me quedaba mirando, y se supone, que lo buscaba. Puedo jurar por todo lo jurable que no me acuerdo de nada y que no creo que su falta me haya afectado de modo alguno. Lo único que me quedó fue la costumbre que tomó mi padre que, en todos mis cumpleaños y en Nochebuena, echaba una charleta sobre la ausencia de mi hermano, charleta que me fastidiaba mucho porque me estropeaba la fiesta, pero que, era compensada por mi madre que por debajo de la mesa me daba pataditas riéndose. Cosas de las familias numerosas.

Por eso no acabo de entender lo que dice el libro de que los gemelos nos quedamos tocados ante la falta del hermano o hermana.


Es esa una tesis que he oido más de una vez, e incluso vi hasta un documental en la tele hace tiempo, y en él decían que no estaba demostrado ni de lejos que el gemelo supérstite quedara afectado o que, en caso de que los dos vivan, tengan vivencias similares. Eso sí que se considera un camelo total.

lunes, septiembre 24, 2007

buffffffffffffffff



Ya estamos de vuelta y la vida vuelve a su sitio. Bueno, es un decir, porque la vida ha seguido todos estos meses como si nada fuese con ella. Me gusta eso de que vaya sola, porque si se trata de que yo la empuje, mal lo tendríamos.



Imaginad que tuviesemos que ir tirando de la vida. La idea de estar tirando de un burro que no puede llevar nada más encima de lo cargado que va, y tú, venga, arre, pero tira.......



La verdad es que es una alegria de que la vida vaya solita, de oficio como se dice en la Administración; eso si, a veces anda un poco mas deprisa de lo que nosotros mismos quisiéramos, pero, si lo pienso bien, está bien ese invento. Te llevan, de dejas llevar, y procuras encontrar lo bueno de eso.



Cuando las cosas dependen solo de nosotros, tienen una cierta tendencia a quedarse atrás. Yo ahora me estoy dedicando a actualizar mi lista de recetas. De esas recetas fáciles y vistosas que te van trasladando las amigas (los amigos no suelen dar recetas). Pues bien, he calculado que tengo recetas de hace unos diez años anotadas en cualquier parte y ahora las voy a pasar a limpio, es decir, al ordenata.



En concreto me refiero a una receta belga, la más clásica de todas, la de los mejillones que se toman en Bruselas, que son una tontada de hacer, pero que he tardado un montón de tiempo en anotarlo. Los probé una vez que fui alllí a una historia de las comunidades y me encantaron, (los mejillones claro). Cualquier dia me animo, me busco un vuelito barato y me voy allí a la Grand Place a dar una vuelta y a hacer pasar envidia a mis pobres compas que van allí a aburrirse como monas en unas reuniones en las que se hacen unas p..... mentales espantosas. Pero ya veis, incluso en esos sitios la vida va sola, porque si hubiese que empujarla en esas salas.......



miércoles, abril 25, 2007

una de pucela

Estoy asombrada. Ha pasado prácticamente un año en el que no he escrito nada aquí, hasta el lunes pasado.
Un año¡¡¡
Eso de que nuestras vidas son rios que van a parar a la mar es cada vez más cierto en mi caso. Voy a toda velocidad hacia el mar.....
Por cierto, que alguien me leyó el año pasado, una de pucela; pucelana, si por casualidad repites, que sepas que me he quedado absolutamente helada, porque, además, señores y señoras, tomen nota, me ha incluido hasta un comentario. Gracias chica.

lunes, abril 23, 2007

Hoy es lunes ya, a la 1 menos cuarto, y me meto a escribir algo de lo que pasa por aquí.
He estado en Navarra, en la tierra de mis padres, y he vuelto como siempre encantada.
Alguna ikurriña colocada por allí, en una tierra navarra que tiene la suya propia y algunos carteles de batasunos y octavillas en el barrio viejo de Pamplona. Esto lo mal. El resto fenomenal, gente amable y simpática como pocas, un paisajes extraordinario, y no os voy a hablar de las comidas porque eso ha sido impresionante.
voy a hacer un blog dedicado solo a los viajes, así que si quereis os podeis pasar por alllí.
os pondré la dirección. aquí continuarñé diciendo mis paridas a gusto,
por cierto, que he decidido que voy a hacer una dia de estos una buena menestra, pero de las de verdad, como las que se hacen en la Rioja y Navarra, en la Ribera, una menestrita llena de verduritas que se hacen de una en una, para que no se mezclen sabores.: cardo, las pencas de las acelgas, alcachofas, guisantes, zanahorias, alubias verdes, espárragos..... lo que no pondré son habas porque no me gustan. Una vez hervido todo, de modo separado, me lo voy a rehogar con un poco de aceite y jamón y una chispa de chorizo.
me va a quedar que te mueres y estoy dispuesta a invitar a cualquiera que la vaya a apreciar.
se ruega contestación.