martes, noviembre 20, 2007

La injusticia, siempre mala, es horrible ejercida contra un desdichado









Yo me he venido dedicando durante unos cuantos añitos al ejercicio de la abogacía, del derecho. No puedo decir que soy una jurista porque ese es un título muy importante al cual no llego aunque me suba a una escalera; más bien soy una jurídica, del mismo modo que soy bancaria, he trabajado en un banco, y no soy banquera, ¡qué mas quisiera yo!.

El caso es que acabo de leer una frase de Concepción Arenal, a la cual he plagiado su nombre para firmar por estas tierras; teniendo en cuenta como era esta mujer, creo que me autorizaría a utilizar su apellido -me llamo de verdad como ella-. Bueno, tengo que volver la frase: La injusticia, siempre mala, es horrible ejercida contra un desdichado.

Me ha dejado de una pieza; muchas veces he pensado y reflexionado sobre el tema de la justicia, pero muy especialmente sobre el tema de la injusticia. Esto es lo que hizo que no me presentase nunca a las oposiciones a la Judicatura: ¿Y si me equivocaba y cometía una injusticia? ¿Y si con las prisas no estudiaba debidamente la documentación? ¿Y si no comprendía el delito? ¿y si no me gustaba el delincuente y me dejaba llevar?, o simplemente, el demandante?.

Creo que es tremenda la responsabilidad del juez. La justicia no es un valor teórico o abstracto. La justicia es el dia a dia de nuestra vida; constantemente estamos evaluando nuestras actuaciones, las de nuestros próximos, la de los gobernantes, todo en la vida. Utilizamos habitualmente la expresión "esto no es justo", para cualquier cosa, la subida del precio del pan, la manifestación del día, el debate político de la noche..... todo lo medimos con esa barra de medir que es la justicia, eso si, siempre es nuestra justicia, la nuestra personal.

Ese es el problema, que no todos vemos la misma situación de justicia en todos los casos. Y por supuesto, esto es aplicable a los jueces, que, ante las diferentes versiones que se le presentan en el tribunal tiene que elegir aquella versión que para él es la más justa, la que más se acerca a la Ley. Y si no hay Ley aplicable, también tiene que sentenciar.

Así que la frase de Concepcion Arenal me ha dejado la conciencia llorando a moco tendido. Cierto, si la injusticia siempre es mala, ¡cómo ha de ser la que se pueda ejercer contra las personas desdichadas¡ las personas que han tenido la mala suerte de nacer en una chabola, en un poblado gitano.... y digo esto refiriéndome a España, porque nacer en cualquier lugar que no sea Europa o el norte de América, puede significar una buena dosis de desdicha por el mero hecho del lugar en que estaba tu madre pariendo. Tan sencillo como esto. Tu primera mirada al mundo ya te marca para siempre, y te convierte de modo automático en un ser desdichado.

Pasas hambre, frio, bichos que te pican, eternos catarros, suciedad, no vas a la escuela, ni al ambulatorio y, por supuesto, los Reyes Magos no saben donde vives. Tu padre no tiene trabajo, y si por casualidad gana algo de dinero, hay muchas posibilidades de que se lo beba. ¿Y tu madre? Siempre explotada, siempre trabajando, siempre machacando el mijo, acarreando el agua o bajando la cabeza ante tu padre que no la respeta, que la considera propiedad particular, como lo eres tú. Formas parte de los desdichados de la tierra.

Los que reciben los palos de la vida y los golpes de la Justicia, porque a tí no te ampara, porque la presunción de inocencia es de otros, porque no te puedes defender porque no sabes ni leer ni escribir y porque no tienes ni nombre. Eres gitano, o moro, o negro o lo que sea...... y es horrible la injusticia contra vosostros.